El pasado martes por fin se revelaron las sanciones para todos los involucrados en el incidente al final de UFC 229. El campeón de peso ligero, Khabib Nurmagomedov, recibió una suspensión de nueve meses. Además fue multado con medio millón de dólares.
La suspensión es retroactiva y le ofrecieron la posibilidad de reducirle tres meses. Sin embargo la comisión fue menos benevolente con Abubakar Nurmagomedov y Zubaira Tukhugov, compañeros de Khabib. Ambos involucrados recibieron un año de suspensión y eso bastó para que Khabib no tenga interés en volver a pelear en Las Vegas.
Según palabras de su representante, Ali Abdelaziz, Khabib se rehúsa a regresar antes que sus compañeros. Además, está fastidiado con la Comisión Atlética del Estado de Nevada y no quiere volver a competir en Nevada.
“No quiere saber nada de Las Vegas por darle a sus hermanos un castigo tan duro. Él ama el Madison Square Garden. Muchos de sus fanáticos viven cerca de ahí, y Nueva York siempre lo ha tratado bien. Él extraña pelear en Nueva York.”
El detalle consiste en que UFC hace solo una visita por año al Madison Square Garden y es en noviembre. Por lo tanto, aunque tiene sentido para él, quizás no lo tenga, o no debería tenerlo para UFC. La división de peso ligero es una de las más competitivas y sería injusto tenerla detenida por todo un año.
Aunque eso tal vez no le importe mucho a UFC y hasta facilite el camino para la innecesaria revancha entre Khabib y McGregor. El irlandés parece encaminado a enfrentar a Donald Cerrone en los próximos meses. De conseguir la victoria, UFC podría intentar justificar darle otra pelea por el título. Considerando que Khabib estaría inactivo, todo encajaría a la perfección.
El único problema es ¿qué pasará con gente como Tony Ferguson?
