Chuck Liddell

Chuck Liddell leyenda de la UFC, no le importa la provocación, pero asegúrate de no mencionar los nombres de su familia.

Desafortunadamente, parece que todas las apuestas están canceladas cuando se trata de ataques personales en los deportes de combate, especialmente a raíz de los comentarios de mal gusto que Colby Covington lanzó, y sigue lanzando, a Leon Edwards sobre su difunto padre en relación con su pelea en UFC 296, la cual Edwards ganó de manera contundente. Liddell comprende que los luchadores necesitan vender peleas para generar interés, pero detesta lo lejos que han llegado las cosas últimamente en la UFC.



“Algunas de las cosas que hacen hoy en día, no está bien”, dijo Liddell. “Cruza límites, creo. Pero es lo que hay. Supongo que eso es lo que se lleva ahora”.

“Como hablar sobre el padre, papá o hijos de alguien. Empezar a hablar de los hijos de alguien. Mira, me cae bien Colby, pero si hablas mal de mis hijos, más te vale tener las manos arriba cuando me enfrentes. En cualquier lugar”.

Liddell le da crédito al retirado veterano de la UFC, Jake Shields, por la filosofía que ha adoptado hacia las provocaciones que cruzan límites cuando se trata de otro luchador. A Liddell no le importa mucho cuando las críticas provienen de los fanáticos, pero los luchadores deberían saber mejor, o prepararse para defenderse si cruzan la línea y se encuentran cara a cara con “The Iceman”.

“Creo que Jake Shields tuvo un trato con un tipo [Mike Jackson] – dijo algo que tuvo mucho sentido para mí”, explicó Liddell. “Aquí está la cosa: si algún fan dice alguna tontería sobre ti o esto o aquello, lo que sea. Pero si eres uno de nosotros, eres un luchador, no tienes permiso para criticarme”.

“Puedes hablar de mí, puedes hablar de mi equipo, hablar de mi entrenador, lo que sea, eso es juego limpio. Pero no hables de mis hijos, no hables de mi familia, no vengas contra mí de esa manera porque eres uno de nosotros. Si te acercas y te abofeteo, no te sorprendas. No actúes como si no supieras qué pasó, ¿por qué lo hiciste? Oye, hermano, mejor espéralo”.

Liddell nunca se vio envuelto en peleas fuera de la jaula a pesar de varias rivalidades intensas durante su carrera. Nunca buscó problemas de esa manera, pero el miembro del Salón de la Fama de la UFC de 54 años admite que las cosas habrían cambiado drásticamente si alguien se hubiera pasado de la raya con un insulto solo para vender una pelea.

“Por lo general, no soy ese tipo”, dijo Liddell. “No quiero lastimar a nadie, pero soy muy protector con las personas a las que aprecio”.

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