Esta semana todo lo que se ha hablado de Carlos Condit es respecto a si le ha llegado el momento de retirarse. Nosotros quisimos hacer algo diferente, hoy recordaremos una historia narrada por Michael Bisping.
Esta semana en su podcast ‘Believe You Me’ el británico recordó una peculiar anécdota sobre Carlos Condit. En 2008 ‘The Natural Born Killer’ noqueó a un soldado de las fuerzas especiales en Afganistán. Bisping nos cuenta lo que pasó:
“Nos llevaron a una base muy pequeña, con poca gente. Básicamente un pequeño y rudo grupo de las fuerzas especiales. Tenían un pequeño gimnasio con un ring de boxeo. Mientras platicábamos, uno de ellos dice ¿Quieres hacer sparring? Yo acepté, nos pusimos los guantes y solo jugueteé con él, lancé un par de jabs. El tipo fue agradable, nos lo tomamos con calma y terminamos.”
La historia continuaría, solo que con distintos protagonistas…
“Se acerca otro tipo y le dice a Carlos Condit ‘¿Quieres hacer sparring?’ Condit aceptó amablemente. Se ponen los guantes y el tipo pregunta ‘¿Qué tan fuerte quieres que lo hagamos?’ Carlos responde ‘te golpearé tan fuerte como lo hagas tú,’ la cual me parece una respuesta justa y genial. Básicamente le dijo ‘si quieres que sea duro hijo de p*ta, lo hacemos duro. Pero si quieres que sea ligero y amistoso, podemos hacerlo, tú decides.’ El tipo acepta y de repente… BANG golpea por sorpresa a Condit con todas sus fuerzas. Un golpe realmente fuerte y Carlos se va al piso.”
Bisping resaltó que pese a su apodo (Asesino por Naturaleza), Condit es un tipo muy agradable, tranquilo y relajado. Pero lo sucedido fue demasiado y tuvo que dejar salir a la bestia que lleva dentro.
“Fue un golpe muy fuerte, pero Carlos se levantó, sacudió la cabeza, recobró el control y se lanzó sobre el tipo. Jab, derechazo, patada de zurda a la cabeza, BOOM, noquea al tipo de las fuerzas especiales. Lo sacó del ring, entre las cuerdas. Directo al suelo, inconsciente, a dormir. Todo el mundo se quedó asombrado. Yo le dije, ‘Carlos, no estoy seguro que eso fuera lo mejor que podías haber hecho.’ Pero creo que fue justo. Desde entonces siempre ha sabido que Condit es un tipo de cuidado, pero es un gran tipo.”
La historia no suena nada difícil de creer, si consideramos lo que hizo Condit en otra visita a las tropas. Y esa vez el soldado ni siquiera le faltó al respeto.