Mientras Diego Sánchez se prepara para comenzar el siguiente capítulo de su carrera, también ha comenzado a romper su silencio sobre el final de su controvertida asociación con su ex entrenador, representante y gurú general Joshua Fabia.
Sánchez terminó su relación profesional con Fabia en mayo luego de un tramo caótico en el que Diego quedó fuera de su pelea de retiro programada contra Donald Cerrone y fue liberado de su contrato de UFC. En el período previo a la pelea de Cerrone, Fabia se enfrentó con varias figuras dentro del UFC y levantó banderas rojas con los ejecutivos después de solicitar toda la información médica de Sánchez en sus 16 años de carrera en UFC.
Fabia también grabó en secreto una llamada telefónica privada entre él y Sánchez y los ejecutivos de UFC Sean Shelby y Hunter Campbell, que él y Sánchez luego publicaron en las redes sociales. Con Fabia ahora en su espejo retrovisor, Sánchez dijo que mira hacia atrás en la forma en que se desarrolló el final de su carrera en UFC con pesar.
“Me partí el trasero entrenando para ‘Cowboy’ Cerrone”, dijo Sánchez recientemente en Instagram Live. “Estaba listo para entrar allí e ir a la guerra, porque esa iba a ser mi última pelea, mi último gran hurra en el UFC. Hombre, puse todo en ese campo de entrenamiento. Estaba listo para irme y aprobé todos mis exámenes médicos, aprobé todo, hice MRI, MRA, hicieron todo. Estoy perfectamente bien. Y la razón por la que terminó como lo hizo con UFC, tiene otras implicaciones, son otras cosas. Eso es Joshua Fabia y joder con los médicos y simplemente presionar todos los botones equivocados en el UFC, trabajando duro para obtener lo que sea mejor para sus intenciones, no lo que sea mejor para Diego Sánchez.”
Diego contó que Fabia buscaba llegar a un acuerdo económico con UFC para salir beneficiado.
“Creo que mi mentor me estaba guiando en lo que era mejor para él. Y lo mejor para él era tratar de encontrar una manera de llegar a un acuerdo con UFC. Sabía que si había un acuerdo importante con UFC, yo le iba a dar la mitad, porque todo fue idea suya, era todo su plan. Él estaba dirigiendo todo. Y cometí el error de ser un seguidor de un mentor que pensé que tenía una conexión más fuerte con Dios que yo”.
Sánchez y Fabia comenzaron a trabajar juntos en 2019, y los métodos de Fabia atrajeron rápidamente el escrutinio de la comunidad de MMA. En mayo, el ex compañero de equipo de Sánchez, Cerrone, llamó a Fabia un “líder de culto”, mientras que otro ex compañero de equipo, Jon Jones, dijo que estaba “asqueado” por los métodos que vio del gurú de la autoayuda. Por la misma época, Sánchez dijo a los medios que estaba “teniendo que repudiar a algunos familiares” por desconfiar de Fabia.
Sánchez dijo que una de las relaciones que desde entonces comenzó a reparar es la que tiene con el presidente de UFC, Dana White.
“Dana y yo, hemos estado hablando. Estamos bien. Nos arreglamos. Dana me dijo: ‘No tengo nada más que amor y respeto por ti, Diego Sánchez’. Entonces, en el futuro, me gustaría reunirme con Dana y darle un apretón de manos y decirle gracias por todo lo que UFC hizo por mí, brindándome todas estas grandes oportunidades. Si no hubiera tenido al UFC, no habría podido construir la marca que es el legado de Diego Sánchez ”.
Fabia, por lo que vale, no se tomó bien la ruptura. Dijo que Sánchez era un “adicto” que “claramente se había estado aprovechando de mí durante dos años”.
Se espera que Sánchez, de 39 años, comience la siguiente fase de su carrera con Bare Knuckle Fighting Championship, aunque aún no ha firmado oficialmente con la promoción. Diego dijo que planea profundizar en el capítulo de Fabia de su vida en algún momento, aunque no está seguro de cuándo será y en qué plataforma.
“Me involucraré en algún momento, pero no será gratis y no estará en Instagram. Y será con un profesional que entienda la manipulación mental”.
