Tras 20 meses de ausencia, Brian Ortega se prepara para volver al octágono de UFC. ‘T-City’ enfrentará a Chan Sung Jung, el popular ‘Korean Zombie’ en la pelea estelar de UFC Fight Island 6, este 17 de octubre.
Ortega fue brutalmente vapuleado por Max Holloway en UFC 231 en diciembre del 2018. La derrota puso un alto al repentino ascenso de Brian hacia el estrellato en el octágono. No así a su incipiente carrera en Hollywood y como vocero de marcas. Brian participó en la película ‘The Tax Collector.’ También colaboró en el entrenamiento de Halle Berry para una de sus películas, y se involucró en un proyecto con Robert Downey Jr.
Disfrutando de su recién descubierto éxito fuera de la jaula, Ortega perdió el enfoque. Además, protagonizó un bochornoso incidente al agredir a Jay Park, amigo e intérprete de Korean Zombie, durante UFC 248. Ahora, Brian acepta haber descuidado su carrera y a su gente, pero asegura haber vuelto a encontrar el camino.
“Este largo receso de la competencia definitivamente me ha ayudado. Antes sentía que estaba viviendo en el carril de alta velocidad. Sobre todo porque mi representante trabaja doble turno. Conmigo no es como con los demás peleadores que después de la pelea ya está. A mí me dice, ‘oye, campeón, después de tu pelea puedes tomarte una semana de receso. Si no estás lastimado, ya programé para que viajes a Chicago y Nueva York, tengo esto y aquello para ti.'”
Brian admite haber perdido contacto con la gente en su círculo cercano. Algo que suele suceder cuando alguien llega a la fama.
“Después de la pelea con Holloway pude volver a conectarme con mi gente. Ellos me dijeron, ‘sí, has estado desconectado en diferentes niveles. Estamos orgullos de ti, así que no te decíamos nada. Queríamos que siguieras ganando. Pero en cuanto pasó esto, recuperamos a Brian.’ Escuché eso de todos, no solo un amigo o dos, sino también mis padres y el resto de mi familia.”
Lo sucedido fue una llamada de atención para Ortega. Brian se dice listo para sacarle provecho y enfocarse de nuevo en su carrera en la jaula.
“Mierda, lo siento. Ni siquiera me di cuenta. Simplemente estaba feliz, dejándome llevar por la ola y se me olvidó mirar a mi alrededor. Ahora por fin puedo entrenar y volver a mejorar en todo. Se necesita una derrota para aceptar las cosas. Me había salido con la mía en muchas cosas, pero ya no funciona. No quería empezar a trabajar en otras áreas para no sentirme vulnerable por ser malo en ellas.”