Luego de gastar casi 30 mil dólares en México, lo único que Jeremy Stephens se llevó de recuerdo fue un ojo lesionado y la mitad de su cheque.
Tras el accidental piquete de ojos de Yair Rodríguez, Jeremy Stephens no pudo continuar en el combate. Lo siguiente fue un caos. Acusaciones de Yair, respuesta de Stephens, un controversial video del altercado en el hotel y finalmente el anuncio de la revancha en Boston.
A pesar de todo lo ocurrido, Jeremy asegura entender la reacción de la gente. Además, Stephens asegura no estar molesto porque le hayan lanzado cosas.
“Yo lo entiendo, créanme, lo entiendo. Sé cómo estaba la afición mexicana, sabía que me estaban abucheando. Amo esa situación. De hecho me encanta ser el no favorito o el malo. Lo entiendo totalmente.”
Quizás Jeremy esperaba que algo así pasara de todos modos. En su mente, el escenario hubiera sido muy parecido de haber salido con la victoria.
“Hubiera sido lo mismo si hubiera ganado. Lo hubiera noqueado, siempre me salto de la jaula para abrazar a mi esposa, quién sabe qué hubiera pasado. No hay nada que pueda hacer. Está fuera de mi control.”
La única gente por la que Stephens se sintió mal por lo ocurrido, fue con los empleados de seguridad. Asegura que fueron ellos quienes recibieron la mayoría de los impactos lanzados por la gente enardecida.
“Me siento mal por la gente que estaba intentando proteger a mi familia y a otras personas. Porque esas personas sí resultaron lastimadas. Escuché que a Carla Esparza le echaron cerveza encima cuando salió. Eso es no tener clase, pero es de esperarse cuando vas a otro país. Eres su rival y son aficionados locos.”
Jeremy reiteró no tener resentimientos por lo ocurrido y asegura quedarse con lo positivo de su tiempo en México.
“A mí realmente me gusta todo ese caos. Simplemente fue una de esas noches extrañas. No les guardo rencor. Apesta haber salido así. Me la pasé increíble y tuve una gran experiencia en México. Yo elegí estar ahí. La gente mexicana… no es muy rica, y esa gente pagó dinero por el que trabajó duro. Ellos querían ver una pelea, lo entiendo.”