Michael Chandler

Michael Chandler admite que las acusaciones de que es un tramposo en la UFC son difíciles de aceptar, pero asegura que sabe quién es cuando se mira al espejo.

Chandler peleará este sábado en el evento coestelar de cinco asaltos en UFC 314 contra Paddy Pimblett en Miami. El excampeón de Bellator ha escuchado los señalamientos tras sus derrotas en Madison Square Garden ante Dustin Poirier y, más recientemente, Charles Oliveira en UFC 309.



Cuando le preguntaron sobre esas acusaciones, respondió:

“La narrativa es difícil, hermano”, dijo. “La gente no me conoce de verdad. A menos que estés en mi círculo cercano, no sabes quién soy fuera de cámaras. Algunos sospechan que soy buena persona frente a las cámaras y otra cosa detrás. Siempre habrá acusaciones, ¿no?

“Pero yo sé quién soy en mi interior: alguien que intenta hacer lo correcto, tratar bien a los demás, actuar con honor y respeto. Así que esa narrativa de hacer trampa me cuesta, pero también sé que forma parte del juicio público.”

Chandler lleva un récord de 2-4 en UFC, aunque ha ganado bonos en cinco de esas peleas. Busca su primera victoria en casi tres años cuando vuelva al octágono por primera vez en 2025.

En su última aparición, perdió por decisión ante Oliveira en una revancha en noviembre, y casi logra una sorpresiva remontada en el quinto asalto. Muchos dijeron que lanzó golpes ilegales a la nuca de Oliveira, pero el árbitro Keith Peterson no hizo advertencias.

La narrativa de que hace trampa volvió.

“¿Agarré el protector bucal de Poirier? Sí, lo hice, porque pensé que era su barbilla”, admitió. “Ya hablé de eso. En una pelea pasan cosas. ¿Agarras la reja? ¿Metes los dedos en el guante? Sí, esas cosas ocurren.

“En mi última pelea, Oliveira clavó su barbilla en mi cuenca del ojo como si me fuera a dejar ciego, eso es ilegal. También me agarraba los guantes mientras intentaba someterme. Pero no diría que Oliveira es un tramposo. A veces el cuerpo reacciona sin permiso del cerebro. Estás en modo de lucha o huida.”

Pimblett, por su parte, también fue consultado sobre Chandler y dijo que si se rompen reglas, es trabajo del árbitro intervenir. Incluso citó a Poirier, quien dijo que le habría mordido los dedos a Chandler si no hubiera llevado protector bucal en UFC 281.

Chandler valoró que Pimblett se tomara el tema con humor, a diferencia de otros pesos ligeros.

“Respeto que Paddy no lo haya hecho un drama. Para mí, cuando alguien empieza a decir que el otro hace trampa, es una señal de debilidad. Lo más curioso fue Justin Gaethje. Es un salvaje, y me llamó tramposo. Pensé, ‘Vamos, hermano’. Me parece una muestra de debilidad.”

“De todos modos, en el octágono pasan cosas. A los fans no les va a gustar todo lo que hagas. A la mayoría ni les caes bien, así que da igual. Yo hago lo que siento necesario en la pelea. Si el árbitro me dice que pare, paro. Hay muchas cosas que haces sin darte cuenta. Es trabajo del árbitro intervenir.”

“Ya veremos qué pasa en las próximas peleas.”

Nate Diaz