Dricus Du Plessis sabe que en el mundo de las peleas la justicia deportiva no siempre se presenta.
El pasado mes de julio Dricus finalizó a Robert Whittaker en UFC 290 y parecía tener garantizada una pelea por el título. De hecho, hasta tuvo aquel infame careo con el entonces campeón Israel Adesanya dentro del octágono. Para su mala fortuna una fractura en el pie le impidió pelear dos meses después en UFC 293. De esa forma, Sean Strickland recibió la oportunidad ante Adesanya, y terminó sorprendiendo al mundo.
En teoría, Du Plesiss debería seguir siendo el contendiente #1, pero sabemos que a Dana White no le agrada que los peleadores rechacen peleas, y menos si es por el título y en un duelo que se podía vender bien por haber una rivalidad personal. Previo al inesperado duelo en peso medio entre Kamaru Usman y Khamzat Chimaev, Dana afirmó que el ganador recibiría una oportunidad por el título de las 185 libras. Por lo tanto ahora Dricus ha quedado en una posición algo extraña.
“Cuando vemos esto, tengo dos opciones. La primera es valerme de que la manor de Khamzat parece estar rota. Así que tendría que estar listo en 7 semanas, o perder su oportunidad por el título, porque eso fue lo que me pasó a mí. Yo no podía pelear en 7 semanas porque tenía un pie roto.”
Dricus sigue convencido de merecer la oportunidad titular. Sin embargo, tiene claro que UFC es un negocio y la decisión está fuera de su control.
“La vida no es justa, y el juego de las peleas mucho menos. Ya dije que lo que haré será arrollar a toda la división. Barreré a todos en el top 5 de la división. Y eso me hará más fácil y rápida la transición a semi completo. No voy a rogar por una oportunidad titular. Jamás he rogado por nada, he peleado por ello. Si le quieren dar la oportunidad titular a Khamzat, adelante. Porque ese Khamzat que peleó la semana pasada, pierde con Sean Strickland cualquier día de la semana.”