Miesha Tate piensa resolver todos sus puntos débiles y ser más determinada antes de volver a la jaula.
Hubo dudas sobre el futuro de Tate después de su derrota por decisión unánime ante Murphy en su debut en el peso mosca a principios de este mes. La ex campeona de peso gallo femenino de UFC ha perdido dos de tres peleas desde que volvío de un retiro de casi cinco años en 2021. Sin embargo, sigue firme en su deseo de tener el oro de UFC una vez más, y continúa optimista pensando en que vendrán días mejores.
A pesar de su buena actitud, Tate reconoce que falta algo.
“Estoy en un gran momento de mi vida”, dijo Tate en su programa de radio Sirius XM. “No como el Capítulo Uno. El capítulo uno fue un poco tóxico y con mucha agitación y [pelear] fue como mi salida y mi identidad. Pero ya no es ninguna de esas cosas para mí, así que sigo evolucionando, y la vida es genial. Tengo todo lo que necesito. No necesito pelear. Quiero hacerlo mejor de lo que lo hice esa vez, así que no me voy a rendir. Pero este es un desafío completamente nuevo. Solo necesito que mi mentalidad sea un poco más determinada, un poco más correcta, un poco más como… ‘Tengo que tenerlo’. No solo estar aquí para divertirme. Simplemente no siento que haya pensado así aquella vez”.
Tate, de 35 años, cree que puede eliminar esas barreras de una buena forma.
Miesha tiene la intención de visitar a un psicólogo deportivo, y tratar de entender bien el lado mental de su juego, lo que a su vez debería conducir a mejores resultados en la noche de la pelea.
“Tan pronto como consiga un buen psicólogo deportivo y empiece a descifrar o descubrir cómo canalizar, creo que tendré más ideas. No sé cuánto tiempo [me] lleve. Podría ser una solución realmente simple. El rendimiento, mi capacidad física, la forma en la que estoy, la forma en que entreno, el conjunto de habilidades que tengo, todo está ahí. Solo tengo que ponerlo en el lugar correcto en el momento correcto”.
El regreso de Tate no es la única incógnita sobre su futuro. Ella admite que el primer corte de peso hacia la división de 125 libras fue un desafío. Y el hecho de que la pelea se haya retrasado dos semanas, (debido a que Murphy contrajo COVID-19) solo lo hizo más difícil.
Es por eso que Tate dijo que está analizando si otra reducción de peso generaría mejores resultados.
“Definitivamente necesito tomarme un tiempo para resolverlo”, dijo Tate. “Fue un campamento muy largo, se interrumpió dos veces. No sé si me quedaré en 125 o simplemente volveré a 135 donde puedo disfrutar. La dieta, durante tanto tiempo, me hizo querer volarme los sesos. Fue terrible. Creo que podría quedarme en 135. No lo sé. Ya veremos. Necesito un poco de tiempo para reagruparme y ver a dónde voy”.