Renato Carneiro es un peleador duro, y aunque probó la derrota, se ganaron muchos fanáticos nuevos.
El evento coestelar de UFC 272 el fin de semana pasado se vio afectado cuando el oponente original de Rafael dos Anjos, Rafael Fiziev , dio positivo por COVID-19. Aparecieron muchos nombres, pero al final fue Renato Moicano quien tuvo la oportunidad.
De cara al quinto y último asalto, comenzó a desarrollarse una inflamación grave alrededor del ojo izquierdo de Moicano. Esto llevó a los médicos a ingresar al octágono para evaluar el daño. El referee Marc Goddard le dio a Moicano 30 segundos para demostrar que estaba bien, de lo contrario, la pelea se detendría. Esa advertencia cumplió su propósito y Moicano se recuperó para ganar el round en dos de las tarjetas de puntuación de los tres jueces.
Días después de la derrota por decisión unánime relativamente unilateral, Moicano se siente bien y no sufre dolor a pesar de su apariencia maltratada.
“Estoy muy agradecido de que el referee no detuviera la pelea. Por que, de lo contrario, no sabría de qué estoy hecho”, dijo Moicano. “Siempre trato de ir hacia adelante, siempre trato de defenderme. Para mí, el árbitro hizo su trabajo, y fue un gran trabajo”.
Para Renato, de 32 años, la derrota fue la quinta de su carrera de 22 peleas (16-5-1). No obstante, es lógico que los peleadores que fungen como reemplazo con poca anticipación, traten de sacar lo mejor de cada situación. En el caso de Moicano, había peleado solo un mes antes en UFC 271 logrando una sumisión en el segundo round contra Alexander Hernández.
A pesar del resultado, Moicano afirma que lo haría todo de nuevo si tuviera que hacerlo.
“Sí, por supuesto, no me arrepiento”, dijo. “Sabía que no estaba al 100 por ciento para la pelea porque venía de un buen campamento de entrenamiento contra Hernandez. Pero fue por tres asaltos y terminé con el tipo. Volé directamente a Brasil y estaba disfrutando de mis vacaciones. Ya sabes, beber algunas cervezas, comer algunos bistecs. Pero, la oportunidad aparece, y cuando aparece una oportunidad como esa, tienes que intentarlo. Yo estaba listo para vencerlo. Su plan de juego era mejor que el mío”.
“Me derribó. Lo que me enojó de todo fue que me dominó en el suelo, estoy enojado por eso. Voy a tener que ir al gimnasio y trabajar en mi jiu-jitsu, y en mi lucha. No esperaba eso, pero sabía que no tenía tiempo para entrenar, pero aun así aceptaría la pelea”.