Hubo una palabra que Deiveson Figueiredo usó en la conferencia de prensa posterior a la pelea de UFC 270 que no necesitó traducción: “llorón”.
Figueiredo ya la había usado antes para describir a su oponente, Brandon Moreno. Sin embargo, en esta ocasión, la disfrutó un poco más luego de recuperar el título de peso mosca de UFC el sábado en el Honda Center en Anaheim, California.
Deiveson Figueiredo respondió irónicamente a las palabras de Moreno, cuando dijo que pensaba que había ganado.
“Fue 4-1. Quiero decir, hubo cinco caídas. Fue gracioso que fuera 4-1, podrían haberme dado todos los rounds”.
Dos de los tres jueces anotaron 3-2 a favor de Figueiredo, (48-47), mientras que un tercero otorgó un margen más amplio de 49-46. El resultado no fue para nada una sorpresa, dijo el recién coronado campeón después de una semana de enemistarse con Moreno y sus fanáticos.
Por otro lado, el derechazo que derribó a Moreno al final del tercer asalto, fue el único error que Figueiredo lamentó. El ahora campeón asegura que 30 segundos más hubieran bastado para quebrar definitivamente al mexicano.
“Si hubiese tenido 30 segundos más, siento que lo habría conseguido. Creo que perdió un poco los sentidos. Parecía que no se sentía muy bien allí y fue salvado por la campana. Siento que su alma abandonó su cuerpo, y siento que con 30 segundos lo habría matado”.
Figueiredo agradeció efusivamente a su nuevo equipo, y en especial a Henry Cejudo, por ayudarlo a moderar su energía en sus peleas. El brasileño sostiene que fue eso lo que le permitió entrar a los combates por el campeonato.
“Solía entrar al octágono tan lleno de energía tratando de acabar con la gente en los primeros minutos. Era muy importante mantener la calma y volverme aún más peligroso. Porque entonces, mis golpes serían una sorpresa para él”.
El resultado de la pelea no fue bien aceptado por los fanáticos que apoyaban a Moreno, ya que abuchearon ruidosamente la decisión. Nada de lo que Figueiredo dijo o hizo cambió eso. No obstante, el campeón no dejó que nada le quitara la felicidad por el triunfo.
“Definitivamente puedo sentir que el ambiente está tenso. Me encanta cuando la gente me grita y me insulta. Amo tanto a México, lo aprecio tanto, voy a hacer un video comiendo burritos y diciendo cuánto amo a México. Quería noquearlo, y sentí que la multitud lo estaba sintiendo. Y si no hubiera sido por esos 30 segundos, siento que lo habría hecho”.
Figueiredo parecía estar complaciendo a la multitud al dar la bienvenida a una cuarta pelea con Moreno en su discurso posterior a la pelea. Sin embargo, ese sentimiento cambió cuando pensó en la forma en que se había producido la pelea de la trilogía, y la manera en la que ambos habían discutido sobre la programación, y los posibles contendientes futuros.
“Brandon no me dio la oportunidad de pelear con él nuevamente. Él no quería, pero la pelea fue posible porque Alexandre Pantoja se lastimó. Por eso la UFC le dio la pelea. Si se comporta bien durante los próximos dos meses, lo resolveremos”.
Ya hay un favorito para ser su próximo rival, y puede que no sea el ahora ex campeón.
“Kai Kara-Francia, obviamente”, dijo Figueiredo. “Quiero noquearlo. El noqueó a Cody Garbrandt, así que, ese es el tipo al que quiero noquear. Si es una buena pelea, y podemos hacerla en pago por evento en los Estados Unidos, estoy dentro. Es aquí donde quiero hacer mi dinero. Brandon estuvo hablando sobre el hecho de que yo era su mayor patrocinio. Le dije que le iba a quitar eso. Así que pelear contra Brandon será lo que más me va a dar dinero”.