Phil Davis está de regreso en la columna de victorias y está orgulloso de la actuación que lo llevó allí.
Davis derrotó al ex retador del título de peso mediano de UFC Yoel Romero por decisión dividida el sábado en Bellator 266.
“Estoy muy agotado”, dijo Davis a MMA Junkie en una conferencia de prensa posterior a la pelea. “Es raro. Romero marca un ritmo interesante. Tiene mucho movimiento, muchas fintas, todo poder. Mi entrenador de box siempre decía: ‘Tienes que recibir algunos golpes solo para que sea honesto’. Nada te mantiene honesto. Él es todo el poder, todo el negocio”.
La primera mitad de la pelea fue competitiva, aunque a veces la acción se estancó. El tempo era a menudo arrítmico con Romero moviéndose de manera extraña antes de explotar en un solo golpe o combinación. A medida que el reloj avanzaba en el segundo round, Davis decidió que era hora de recurrir a su lucha, un área de la batalla que los fanáticos anticipaban al entrar en la pelea.
“Vi que estaba súper sudoroso, y pensé, ‘Hombre, podría haber perdido mi ventana’”, dijo Davis. “Esa fue una de mis conclusiones de la pelea de Nemkov. Fui a la lucha libre demasiado tarde en la pelea, y los dos estábamos demasiado sudados. Lo vi y pensé: ‘Está bien, va a tener que ser la toma perfecta para penetrar y meterme profundamente en un tipo así’. Tiene caderas desde hace días. Es muy atlético y gira las caderas. Saldrá de los malos intentos, así que realmente tenía que asegurarme de hacerlo bien”.
A pesar de ser de California, Davis no fue el peleador del evento principal que recibió los aplausos más fuertes por su golpeo. Pero al final, los fanáticos aplaudieron sus exitosos esfuerzos en un enfrentamiento de ritmo inusual.
“Ha pasado un tiempo desde que tuve uno de esos, no desde que competí en Brasil tres veces o fui luchador y lucha en Carver Hawkeye Arena”, dijo Davis. “No muy a menudo escucho a todo el mundo animando al otro. Fue bueno ser el malo por un tiempo”.
