El ex peleador de MMA, Ben Askren, admite que se sentiría mejor consigo mismo si Jake Paul derrota al ex campeón de UFC, Tyron Woodley, aunque sabe que es un escenario poco probable.
Askren sufrió una vergonzosa derrota el pasado abril, cuando hizo su debut en el boxeo. Luego de dos años de inactividad, regresó del retiro para enfrentarse a Jake Paul en una contienda pugilística.
El ‘Niño Problemático’ noqueó en el primer round al ex campeón de Bellator y ONE Championship. Tras un brutal golpe de derecha, ‘Funky’ cayó al suelo del cuadrilátero; aunque se levantó como pudo, el referí detuvo el combate y declaró ganador al ex Youtuber.
“Sigo sosteniendo que Jake Paul no es un gran boxeador. Él solo me lanzó un buen golpe, no es que me dio una paliza durante seis asaltos. Sí golpea fuerte, supongo que le daré el crédito por eso. Te diré algo, si es capaz de vencer a Tyron, probablemente me sienta mucho mejor con lo que me sucedió a mí. Porque pensaré ‘maldición, Tyron realmente es bueno’. Creo que es poco probable, pero si es el caso, eso es lo que pensaré.”
Paul, que mantiene una racha invicta de 3-0 como boxeador profesional, ahora tendrá el reto más difícil de su carrera. Se enfrentará al ex campeón de peso welter de UFC, Tyron Woodley, que tendrá su estreno en cuadrilátero. Tras retirarse de las artes marciales mixtas en marzo de este año, ahora ‘T-Wood’ se probará en el boxeo.
‘The Chosen One’ estuvo en la esquina de Askren, y previo a la contienda tuvo un cruce de palabras con Paul y su equipo. Finalmente, tendrá la oportunidad de quitarse la espinita de aquel episodio con el polémico boxeador.
Ben Askren, compañero de entrenamiento y amigo de Woodley, confía en que será Tyron el vencedor de la contienda; y le envió un mensaje claro y conciso ‘Dale una paliza’.
La cita entre Jake Paul y Tyron Woodley es este domingo 29 de agosto, en la arena Rocket Mortgage Field House. Será la pelea estelar de la velada en Cleveland, Ohio. El combate se realizará en el marco de las 190 libras, y será de ocho asaltos. Cabe resaltar que quien pierda deberá tatuarse el nombre del otro, como parte de una apuesta que ambas partes acordaron.
