Brandon “The Assassin Baby” Moreno alcanzó una hazaña histórica al derrotar por sumisión al brasileño Deiveson Figueiredo y coronarse como campeón de la división peso mosca de la UFC.
Desde el inicio de la pelea, Moreno mostró concentración y planificación. Combinó striking efectivo y control en el suelo, castigando al brasileño con golpes precisos mientras buscaba abrir espacio para su ofensiva de grappling. En el tercer asalto, a los 2 minutos y 26 segundos, Moreno cerró con magistral técnica un rear naked choke que obligó a Figueiredo a rendirse, consagrando al mexicano como nuevo campeón.
Esa victoria fue significativa por varios motivos: no solo representó el primer campeonato de UFC conquistado por un peleador nacido en México, sino que Moreno también ganó el bono Performance of the Night por su actuación contundente. En contraste, su enfrentamiento previo con Figueiredo, celebrado en diciembre de 2020, había terminado en empate mayoritario —circunstancia que obligó a una revancha inmediata.
La repercusión de la victoria no tardó en sentirse más allá del octágono. Deportistas y figuras públicas mexicanas expresaron su orgullo y reconocimiento hacia Moreno. El delantero Javier “Chicharito” Hernández, por ejemplo, lo felicitó públicamente, señalando que su logro inspira a generaciones que sueñan con trascender. Para el mundo de las artes marciales mixtas, el triunfo consolidó a Moreno como figura emergente de la división y dio pie a una rivalidad apasionante que continuaría con posteriores combates entre ambos.
Con esta victoria, Brandon Moreno se sienta en la historia del deporte en México, demostrando que con disciplina, visión y corazón es posible alcanzar la cima.