La jaula de Combate Global regresaba a la acción después de más de un año de inactividad. La primera cartelera tendría como pelea estelar el duelo por el campeonato norteamericano de peso mosca. Los protagonistas serían el mexicano Edgar Chairez y el estadounidense Mefi Monterroso.
La diferencia de estaturas y alcance era marcada en favor de Chairez y buscaba sacarle provecho desde el inicio de la contienda. Monterroso intentaba lanzarse al frente con explosivos ataques pero Edgar salía de su alcance y respondía con fuertes patadas a la base. El mexicano se mantenía inteligente, controlando la distancia y eligiendo sus golpes.
Monterroso intentaba cerrar distancia y pagaba el precio ante los puños de Chairez. Edgar seguía combinando sus ataques con patadas a la base que comenzaban a preocupar a Monterroso. El mexicano ganaba en confianza y acertaba una patada a la cabeza. Mefi retrocedía ante la presión y recibía algunos golpes más. Volaba su protector bucal y Chairez iba al frente buscando acabar el combate. Monterroso estaba en problemas hacia el final del primer round y buscaba un derribo para sobrevivir.
En el inicio del segundo asalto la pelea tomaría rumbo definitivo con una brutal patada al hígado. Chairez se lanzaba al ataque y conectaba una certera patada de izquierda a la zona hepática de Monterroso. El contacto era durísimo y de inmediato enviaba a Mefi doblado a la lona. Edgar aprovechaba el momento para lanzarse sobre él y liquidarlo con golpeo a ras de lona.
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De esta forma, el de Mexicali, Baja California se corona como el primer campeón norteamericano de peso mosca en este nuevo formato de Combate Global. Al término de las acciones, y con la adrenalina todavía a flor de piel, Edgar dedicaba el triunfo a toda su familia, y a su bebé de apenas unos meses.
