Askar Askarov brilló en UFC 259 ante Joseph Benavidez y se perfila como un futuro retador por el cinturón de las 125 libras.
Askarov tuvo una impecable actuación en el octágono, dominó de principio a fin, y se impuso en las tarjetas de los jueces de manera unánime (30-27, 30-27, 30-26).
Benavidez, la leyenda de los pesos mosca, regresaba luego de sufrir dos violentas derrotas consecutivas en el 2020. Ambos reveses fueron por el cinturón, a manos del monarca de la división Deiveson Figueiredo. Esta era su oportunidad de revertir la situación y cortar con esa mala racha, pero no pudo concretarla, pues se encontró con un Askar Askarov que parecía invencible.
Durante el primer asalto hubo varios intercambios de puños donde el ruso fue más contundente. Askarov conectó mejor los golpes con un timing perfecto, encontró los espacios justos para incomodar a Benavidez. Askar logró derribarlo y allí castigarlo con más puños. En los últimos segundos encontró la espalda de Joseph y tuvo un intento de sumisión (mataleón).
En el segundo round Askarov se mostró extremadamente superior, tuvo el control de la jaula, con intentos de sumisión. También conectó los mejores golpes y con sus derechazos lastimó a Joseph. De nueva cuenta logró derribarlo y allí lo castigó desde la montada. Para el final del round se vio a un Benavidez muy fatigado.
En el último capítulo del combate, Joseph intentó meter presión yendo hacia adelante y buscando conectar golpes. No tuvo mucha fortuna, el ruso estaba indomable y salía beneficiado de estos encontronazos palo a palo con sus potentes puños. Askarov realizó un impecable trabajo, demostrando su superioridad, a pesar de tener enfrente a un experimentado veterano.
Askar se lleva el combate a través de la decisión unánime y sigue con su racha invicta en la promotora (3-0-1). ¿Merece una chance por el título?