Figueiredo cancelar pelea Diario MMA

El representante de Deiveson Figueiredo afirma que el peleador se sentía en pésimas condiciones antes de su pelea contra Brandon Moreno.

Aproximadamente 24 horas antes de que el campeón de peso mosca defendiera su cinturón en una feroz batalla el sábado por la noche, estaba tan enfermo que su representante dijo que no creía que pudiera pelear en absoluto.



Figueiredo tuvo problemas estomacales que lo enviaron al hospital en dos ocasiones diferentes el viernes. Para su fortuna el combate terminó en un empate, lo que le permitió a Deiveson mantener su título.

Los problemas comenzaron después de que Figueiredo, quien ha tenido problemas para alcanzar el límite de las 125 libras, fuera a la báscula para los pesajes oficiales de UFC 256. Dio el peso y luego se rehidrató con líquidos y un poco de sopa. Esta última habría sido la causante de todos los problemas que sufrió el brasileño antes de subirse al octágono.

El representante de Figueiredo, Wallid Ismail, habló de todo este tema en una entrevista para ESPN.

“Fueron 30 horas de pesadilla. Después de que pasaran los pesajes, cuando se comió la sopa, todo se vino abajo. Él empezó a tener un poco de vómitos y fue ahí cuando comenzó la pesadilla. Cuando lo vimos, salimos de allí inmediatamente, y fuimos directo al hospital.”

Ismail también declaró que Figueiredo estuvo en el hospital desde las 2:30 pm hasta las 6 pm del viernes. Luego Deiveson regresó a su habitación y durmió hasta las 10 pm. Fue entonces cuando se despertó con el estómago hinchado.

“Su barriga era de este tamaño (señaló con las manos extendidas). Todos decían, ‘No va a pelear.’ Llamé a UFC y dije, ‘Oye, el tipo está realmente mal ahora.’ Para que se den una idea, llegamos al hospital a las 2:30 am, una cosa increíble. Él me dijo que sentía mucho dolor. Yo pensé, ‘La pelea se acabó.'”

Según las palabras de Ismail, Figueiredo todavía tenía dolor más tarde en la mañana, pero finalmente comenzó a sentirse mejor. Debatiendo si pelear esa noche, Ismail y Figueiredo hablaron sobre lo que UFC le había dado: la oportunidad de convertirse en campeón y cuidar a su familia en Brasil. El brasileño se convenció de que quería salvar el pago por evento.

“Me miró y me dijo, ‘sí, lo voy a hacer.’ La mentalidad de todos es la guerra, nosotros vamos a la guerra.”



Ismail contó también, que con Figueiredo debilitado, pensaban que lo mejor sería que saliera a finalizar el combate pronto. Al consultarlo con Deiveson, él le dio a entender que estaba pensando de igual manera.

“La sensación que tenía Figueiredo en el vestuario, era como la de un animal, furioso, como un tigre. Él estaba pensando en noquear al chico, pero desafortunadamente, no pudo hacerlo.”

Figueiredo estaba en modo de ataque en los primeros rounds, pero Moreno aguantó. Luego, en el tercer y cuarto asaltos, el retador estuvo mayormente a la ofensiva, con Deiveson visiblemente cansado. Luego vino el round 5, donde el brasileño mostró su temple de campeonato.

La pelea coronó un año excepcional para Figueiredo, quien cree que definitivamente se ha ganado el estatus de peleador del año. Peleó cuatro veces en el año, y dos de ellas, fueron victorias sobre el principal contendiente Joseph Benavidez. La última de esas victorias incluyó la captura del cinturón vacante de peso mosca.

Tan impresionante fue el brasileño, que UFC lo puso en la cima de la cartelera contra Alex Pérez en UFC 255. Fue la primera vez en cinco años que una pelea de peso mosca encabezó un PPV.

Deiveson habría cerrado 4-0 este año si no fuera por una deducción de puntos después de que pateó a Moreno por debajo del cinturón en el tercer round del combate. Si bien Figueiredo dijo que aún necesita recuperar su estómago, dijo que quiere una revancha en junio con Moreno.

“Si no estoy enfermo, lo noqueo o lo someto en el primer asalto, es una promesa. Soy mucho más fuerte, y soy mucho más rápido.”

¿Crees que Figueiredo pueda cumplir su palabra, si se da una revancha contra Brandon Moreno?

Nate Diaz