Hace apenas un par de semanas, al término de UFC 250, Conor McGregor le robó los reflectores a Amanda Nunes al anunciar su retiro.
La brasileña acababa de hacer historia al ser la única doble campeona de UFC en defender los dos cinturones sin haber perdido posesión de ninguno. Justo al finalizar la pelea de Nunes, McGregor anunció en Twitter su retiro (otra vez).
Conor expresó su frustración con UFC y argumentó que la promotora quería mostrar su poder y pisotearlo. Desde entonces no se ha dicho mucho sobre el tema, aunque la opinión popular es que no está realmente retirado. Aunque si uno le pregunta a Dana White, el presidente de UFC no parece estar muy preocupado por el tema.
“Conor McGregor está retirado. Yo no persigo a tipos que no quieren pelear. Yo no persigo tipos. Nosotros les ofrecemos tres peleas al año. Tú recibes tres peleas al año, si no quieres pelear, tengo un roster lleno de gente que sí quiere pelear.”
Esta postura de Dana White es muy parecida a la que tuvo en el retiro anterior del irlandés. Sin embargo, hay una pequeña gran diferencia entre cómo eran las cosas en aquel entonces y cómo son ahora.
Indudablemente Conor McGregor es la estrella que más ha vendido en la historia de UFC. Hace un par de años, aunque no quisiera admitirlo, Dana White lo necesitaba para hacer la pelea con Khabib. Ahora, aunque eso sigue siendo cierto, el efecto que tiene en la promotora ya no es el mismo.
Con el nuevo contrato con ESPN, UFC tiene ingresos garantizados con el simple hecho de hacer eventos. La promotora tiene una obligación contractual en términos de eventos numerados y que tengan campeonatos en disputa. Sin embargo el boletaje y la venta de PPV ya no son su principal fuente de ingresos. Por lo tanto, depende menos de tener súper estrellas.