Durante el 2019 se habló mucho sobre el posible regreso de Georges St-Pierre. Particularmente para enfrentar a Khabib Nurmagomedov. Sin embargo UFC no demostró interés en la idea y el canadiense anunció su retiro.
Aunque podría haberse mantenido activo y alargar su racha de 13 victorias, Georges ya no estaba dispuesto a pagar el precio de seguir peleando. El canadiense asegura que no se retiró por sentir que ya no podía seguir peleando. Sino porque ya estaba harto del estrés que para él implicaba pelear.
“No me retiré porque ya no pudiera pelear. Yo podría volver a pelear si quisiera y creo que podría ser uno de los mejores, quizás el mejor. Pero dejé de hacerlo por el estrés. El estrés me quitaba mucho y fue una de las razones por las que me retiré. Era un sentimiento insoportable para mí, nunca disfruté el momento de competir y pelear. Eso es algo que quizás lamento un poco. Debí haberlo disfrutado más.”
Georges asegura que el aspecto mental juega un papel importante en el octágono. Sin embargo, pese a haber enfrentado a una docena de peleadores de alto calibre, St-Pierre asegura que sus peor enemigo mental siempre fue él mismo.
“En mi deporte hay mucha guerra mental. Se habla mucha basura y hay mucha intimidación. Muchos de mis oponentes trataron de intimidarme pero no funcionó. Yo siempre he tenido miedo, por supuesto. Pero tenía miedo de no ser lo suficientemente bueno, de no desempeñarme bien o no ser tan bueno como quiero. Eso sí me da miedo.”
St-Pierre ha dejado claro que podría salir del retiro para enfrentar a Khabib Nurmagomedov. Sin embargo ya parece resignado a que eso no suceda y se da por bien servido con lo logrado en su carrera.
“En mi deporte mucha gente se retira tarde, no solo en MMA sino también en boxeo. Una de las cosas que no quería que me pasara era retirarme demasiado tarde. Nunca hay que decir nunca, pero estoy muy satisfecho con lo que he logrado. En un deporte extremo como las MMA cuando estás satisfecho es el final.”