Maria Ribeiro, la ‘Mujer Maravilla’ de las MMA brasileñas detuvo a un criminal en su pueblo este domingo.
La peleadora de peso paja de Brave FC, cuyo apodo es ‘Mujer Maravilla’ dio la cara por las mujeres brasileñas este fin de semana. Ribeiro salió de casa acompañada de su cuñada y una amiga para ir al súper mercado. Justo cuando iban a subir al vehículo, un hombre les mostró su miembro en plena calle.
“Salí de la casa y estaba a punto de subir al auto cuando este tipo en bicicleta se exhibió ante nosotras. Me pasaron un millón de cosas por la cabeza en 10 segundos. Nosotras tenemos tres niños jugando en el patio delantero todo el tiempo. Mi hermano se va a trabajar y solo quedamos en casa mujeres y niños de 3-4 años todos los días. ¿Se imaginan qué pasaría si este tipo se aparece?”
Ribeiro y sus dos acompañantes subieron al vehículo y persiguieron al hombre durante varias calles. Eventualmente lo alcanzaron y María hizo el resto.
“Salté del auto y corrí descalza tras él. Empezó a gritar que era inocente y que no había hecho nada. Decía que había intentado sacar un pedazo de carne de sus shorts. Lo abofeteé, lo golpeé y lo derribé. Mis amigas me detuvieron cuando él estaba ensangrentado en el piso. Entonces llamamos a la policía y lo arrestaron.”
El hombre rindió su declaración ante la policía de Sinop, Mato Grosso, Brasil el domingo. Ese mismo días fue puesto libertad porque las autoridades no pueden retener a nadie por más de 24 horas. El caso fue trasladado a la Comisaría de la Mujer.
Ribeiro, con un récord profesional de 5-3, planeaba volver a la jaula de Brave FC en abril o mayo. Tras la aparición del coronavirus, todos los eventos de Brave han sido suspendidos. Además, el gimnasio donde entrena en Curitiba, Brasil está cerrado indefinidamente. Por lo tanto María regresó a su pueblo mientras todo vuelve a la normalidad.
Tras el incidente, Ribeiro no quiso dejar todo en manos de las autoridades brasileñas. María averiguó dónde vive el hombre y habló con sus vecinos, quienes lo describen como “un tipo raro.”
“Eso me hizo enojar. Estamos viendo el mundo en el que vivimos hoy en día y cuántos casos de violaciones hay. Sabemos que eso pasa todos los días. No podría dormir si no lo hubiera perseguido. Probablemente vio tres mujeres y pensó que estábamos indefensas.”
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