El entrenador de boxeo Javier ‘Drift’ Cortés nos habla sobre el trabajo que ha venido realizando con algunos peleadores de Entram Gym en Tijuana.
Particularmente Cortés nos habla de los casos de Brandon Moreno y Jazmin Jáuregui, dos peleadores de estilos diferentes, pero con características personales muy similares.
“Es fácil trabajar cuando el atleta tiene facultades. Uno trabaja la técnica, pero no hace buenos a los boxeadores. El boxeador bueno es por las facultades que ellos tengan, como lo físico y lo mental. Yo puedo enseñarles técnica, pero cuando viene un peleador con argumentos físicos y mentales es mucho más fácil.”
Cuando el entrenador habla de facultades naturales, no se refiere únicamente al físico y talento innato de cada persona. Cortés toca otro punto muy importante que generalmente separa a la gente exitosa de la gente promedio: la mentalidad.
“Ambos tienen una mentalidad muy buena, los dos son peleadores muy parecidos y por eso se me ha hecho muy fácil trabajar con ellos. Brandon tiene mucho carácter, está cansado pero nunca te dice que no, sin embargo demuestra más el cansancio que Yazmin. Yazmin siempre quiere más, y eso para mí es bueno. Me gusta trabajar con atletas así. A mí me gusta mucho repetir, la técnica se basa en eso, repetir.”
Si algo nos ha quedado claro en nuestro paso por Entram Gym es que no hay mejor receta que el trabajo duro. El nivel de compromiso de cada atleta es la piedra angular para que los resultados lleguen. La amalgama de esfuerzos de los entrenadores, coordinado por la sapiencia de Raúl Arvizu han encontrado el balance perfecto.
“La mentalidad que tienen ellos me ha servido porque están dispuestos a repetir y repetir, y no se quejan. Por eso para mí es mejor trabajar con ellos cuando no tienen evento en puerta. Cuando están por pelear, el trabajo debe ser medido para no sobre entrenar al atleta.”
El coach ‘Drift’ confiesa que disfruta cuando no hay pelea en puerta porque puede tener sesiones más largas.
“La clave para que ellos hayan avanzado tanto es su mentalidad y su disponibilidad para trabajar hasta que la persona que está guiándolos les diga que ya. Ellos están dispuestos a trabajar tres o cuatro horas conmigo y a mí me gustan ese tipo de atletas que se comprometen.”