El Conor McGregor del 2020 es una versión diferente a la de años anteriores, al menos en su comportamiento.
Esta semana Conor admitió que las cosas se salieron de control en la previa a su pelea ante Khabib Nurmagomedov en octubre del 2018.
“Algunas de las cosas tal vez llegaron demasiado lejos, pero es lo que es. Es el negocio de la pelea. Al final del día, fue como fue, y eso es todo.”
Claro, tampoco es que McGregor esté agobiado por la culpa y el arrepentimiento. De hecho, recalca que Khabib también tuvo culpa de hacer que las cosas se salieran de control.
“No fue solo lo que se dijo. Hubo acciones que llevaron a lo que se dijo. No fueron simplemente palabras. Hubo acciones que provocaron esas palabras. Como cosas a lo largo de lo previo, como la situación con Artem. Cosas que quizás pasaron por debajo del radar como si hubiera sido yo quien inició todo esto. Como sea, se volvió muy, muy personal.”
Uno de los detalles que llamó la atención en la previa a UFC 246 fue el comportamiento de Conor McGregor. El irlandés se mostró respetuoso en todo momento y evitó hablar basura sobre Donald Cerrone. Si consigue la revancha con Khabib, parece que emplearía el mismo enfoque y se concentraría solo en el combate.
“Estoy dando un paso hacia atrás en eso y me estoy enfocando en las habilidades. Él posee un estilo específico, yo poseo un estilo específico, y es un choque interesante con dos peleadores totalmente concentrados y eso es lo que va a suceder en la próxima pelea. Estoy ansioso por ella, por resolverlo.”
Claro que mientras ese momento llega, Conor aprovecha para intentar provocar el ego de Khabib y convencerlo de una revancha.
“Estoy ansioso por esa competencia totalmente concentrado. Ustedes pueden ver mi forma. Todo el mundo sabe. No importa qué pase, ese hombre puede correr, pero no esconderse. Miedo, eso es lo que es. Él no la quiere.”