Masvidal narra

Jorge Masvidal está en la antesala de la pelea más importante de su carrera. El peleador de moda en UFC disputará el título del Baddest Motherf*cker ante Nate Diaz en UFC 244.

La carrera profesional de Jorge se extiende por más de 16 años. Pero mucho antes de eso, Masvidal ya traía un largo recorrido de peleas callejeras. Oriundo de Miami, ‘Gamebred’ causó sensación en su momento al aparecer en la serie de peleas callejeras organizadas por el difunto Kimbo Slice.



Para quienes no estén familiarizados con el tema, Kimbo Slice fue un conocido peleador callejero que incluso llegó al circuito profesional. Mucho antes de su paso por Bellator y UFC, Kimbo era respetado como la leyenda de las peleas callejeras. Slice organizaba peleas clandestinas en patios traseros por todo Miami. En una de esas ocasiones, Masvidal se robó el show al derrotar a uno de los protegidos de Kimbo. Además, el oponente de Jorge le sacaba amplia ventaja de peso. Para recordar el paso de Jorge por las peleas clandestinas, puedes hacer clic aquí.

Ahora, Masvidal está disfrutando del éxito que le han traído sus dos grandes demostraciones del 2019. Un brutal KO ante Darren Till y otro aún más espectacular ante Ben Askren le han dado merecida notoriedad. En la segunda entrega de “Diario de un Peleador Callejero,” Jorge compartió sus experiencias peleando en patios traseros.

“Estaba entrenando en el mismo gimnasio que Kimbo. Se pusieron en contacto con nosotros y me preguntaron si quería pelear. Yo dije, ‘diablos, sí.’ Me llamaron de nuevo y me dijeron que me contactarían pronto. Era algo muy clandestino, no mucha gente podía saber, porque era en las primeras etapas. Estos eventos no eran bien vistos. Todo era muy secreto.”

Cuando Jorge quizás pensaba que nada sucedería, llegó una llamada que cambió todo.

“Me llamaron una semana después, literalmente estaba a punto de ordenar en McDonald’s. Me dijeron, ‘oye, ¿quieres pelear hoy?’ Yo dije ‘claro, por supuesto, hagámoslo.'”

Si bien disfrutó cada momento de la experiencia, Masvidal admite que no era algo sencillo. Jorge confesó sentirse inseguro, no por la pelea sino por el entorno.

“Te dan nervios y sientes mariposas en el estómago porque no sabes si alguien va a hacer algo estúpido, relacionado con las pandillas. Pero la pelea en sí misma, no, ya había tenido tantas para ese entonces que para mí era solo cosa de ‘OK, vamos.’ Era como el baloncesto, esa era mi zona segura. Tan extraño como pueda sonar, esa era mi zona segura, pelear.”

Nate Diaz