El próximo 7 de septiembre la mesa está puesta para que sea una noche perfecta para Khabib Nurmagomedov. El actual monarca de peso ligero de UFC defenderá el título en Abu Dabi ante Dustin Poirier.
Esta ocasión será única para Khabib por un par de razones. La primera y quizás la más importante de ellas será la presencia de su padre Abdulmanap Nurmagomedov. Desde su llegada a UFC en el 2012, todas las peleas de Khabib han sido en el continente americano. Particularmente las últimas seis (desde el 2014) han sido en Estados Unidos. El padre de Khabib no tiene visa norteamericana, por lo que no ha podido estar presente en las peleas de su hijo.
“Es muy importante para mí finalmente poder tener a mi padre en la esquina. Estoy muy emocionado por ello, mi padre también está muy emocionado. Va a ser una noche grandiosa para nosotros. Tenerlo a él y al coach Javier (Mendez) es una gran mezcla. Tenerlos a ambos conmigo es muy importante.”
Esta vez la visa no será un impedimento y el señor Abdulmanap podrá estar en la esquina de su hijo. Además, por primera vez desde su llegada a UFC, Khabib será el favorito indiscutido de la afición en Abu Dabi. La suma de estos factores podrían representar una presión desconocida para Nurmagomedov, y él mismo lo admite.
“Sí, siento un poco de presión. Siento buena energía, pero también un poco de presión. Todo el tiempo trato de desconectarme, pero no es solo mi entrenador, también es mi padre. Sí siento un poco de presión. Si dijera que no siento presión no sería cierto. Claro que siento presión, será la primera vez que mi padre esté en mi esquina. Es un momento muy emocionante y muy importante para mí.”
Con presión o sin ella, Khabib Nurmagomedov intentará unificar el título ante Dustin Poirier en UFC 242. El campeón asegura que Dustin será el rival más duro de su carrera.