El pasado fin de semana, un joven boxeador en ascenso, Maxim Dadashev colapsó fuera del ring después de una brutal guerra en contra de Subriel Matias. En el round número 11 su esquina detuvo la pelea. Desafortunadamente el daño ya estaba hecho.
Dadashev fue trasladado de urgencia al hospital donde los cirujanos le extirparon una parte del cráneo para aliviar la presión sobre su cerebro inflamado. Maxim fue inducido médicamente al coma, pero desafortunadamente nunca despertó. El joven boxeador fue declarado muerto el 23 de julio.
Fue un momento para reflexionar. Tanto para los fanáticos de los deportes de combate, así como también para los atletas. El ruso Khabib Nurmagomedov tomó el lamentable suceso de manera bastante enérgica. Khabib publicó un mensaje en sus redes sociales en donde discute el conflicto que él siente por la noticia.
“Este caso una vez más prueba que el deporte no es la cosa más importante. Existen cosas que son mucho más importantes. Cada vez que veo o escucho este tipo de noticias, empiezo a odiar este deporte en donde tenemos que golpearnos unos a otros. Todo es temporal: Fama, dinero, títulos, y toda nuestra vida. Todos nos iremos de este mundo, nadie permanecerá. Vale la pena pensarlo.”
“Paciencia a todos los familiares y amigos de Maxim. Haz el bien y que el Altísimo nos recompense por nuestras obras y acciones en la próxima vida, y perdone nuestros pecados.”
El boxeo ha demostrado ser mucho más mortal que la MMA, y muchos apuntan a los guantes más grandes y los combates más largos que conducen a mucho más trauma en la cabeza.
Sea deporte de combate o no. El hecho de que alguien pierda la vida a través de una actividad deportiva, siempre será algo lamentable. Desde nuestra redacción sólo nos resta enviar pronta resignación a la familia y amigos de Maxim Dadashev.
