Nadie discutirá que Cat Zingano es una de las peleadoras más rudas en pisar el octágono de UFC. Quijada dislocada, costillas rotas, rodillas reventadas, dedos desfigurados… Cat ha superado todo eso. Pero asegura que el peor dolor que ha sentido fue el daño a su iris y retina sufridos por el piquete de ojos de Megan Anderson en UFC 232.
Una patada de Anderson terminó con uno de sus dedos del pie dentro del ojo Zingano. El dolor y el miedo fueron insoportables para Cat, quien pensaba que perdería el ojo si lo abría.
“Preferiría tener un bebé diez veces, antes de volver a sentir ese dolor. Pensaba que había perdido el ojo. Pensaba que si lo abría, mi ojo se iba a salir. Cuando entraron a revisarme me pidieron que lo abriera. ‘Tú no eres para quien abriré mi ojo, necesito a alguien que sepa lo que está pasando.'”
Eventualmente un especialista atendió a Cat y le dijo que se recuperará al 100 por ciento, es cuestión de tiempo. Por lo pronto Zingano todavía sufre secuelas de la lesión. Ocasionalmente ve imágenes flotantes y destellos de luz. Cuando entrena, su ojo palpita, y tiene problemas de percepción de la profundidad.
Tras la derrota, Cat apeló el resultado y pidió mayor claridad en las reglas respecto a piquetes de ojos. La comisión rechazó su apelación del resultado, pero prometió revisar las reglas. ‘Alpha’ admite que jamás habría puesto atención a esa parte de las reglas si no hubiera sido la víctima de un piquete de ese tipo.
“Si no modifican la regla, será temporada de piquetes de ojos. Yo tengo muchísima movilidad con los dedos de mis pies. Si me dicen que simplemente puedo apuntar a los ojos con mis dedos de los pies, lo voy a hacer. No es seguro que sigan así las cosas, pero una tiene que encontrar la forma de ganar.”
“O si me están sometiendo en el piso y puedo meter mi dedo en tu ojo, lo voy a hacer. Es un poco extremo, pero estamos ahí intentando sobrevivir, eres tú o yo.”
