La pelea del pasado sábado entre Tito Ortiz y Chuck Liddell marcó el regreso de ambas leyendas. Sin embargo también se espera que haya marcado su retiro definitivo.
Tito, de 43 años, entraba al combate buscando redimir sus previas dos derrotas ante Liddell. Chuck por su parte volvía a la jaula tras ocho años de retiro para demostrarse que todavía podía pelear. En el papel, ambos guerreros consiguieron su propósito, aunque el espectáculo dejara mucho que desear.
Tras algunos minutos que transcurrieron con lentitud, casi tan lentos como los movimientos de Chuck y Tito, la pelea tuvo el desenlace más lógico probable. Ortiz eludió prácticamente todos los golpes de un notablemente lento Liddell. Momentos después lo mandó noqueado a la lona tras conectar una combinación de 1-2.
Durante la conferencia posterior a la pelea, Tito criticó al representante de Chuck por permitirle enfrentarlo.
“Si yo fuera su representante no lo habría dejado aceptar. Le habría dicho que no a Chuck y hubiese ofrecido buscarle trabajo como embajador. Promover su nombre y llevarlo a firmas de autógrafos y encontrar otras formas de hacer dinero.”
Aunque critica al representante de Liddell, Ortiz explica que eso no significa que deberían evitar que Chuck pelee de nuevo. El problema de Tito radica en que no hayan sido más cuidadosos al elegir un oponente.
“No puedes detener a alguien. Si sienten que quieren hacer algo y seguir peleando, tienes que dejarlos que tomen sus propias decisiones. Así que si él todavía quiere pelear, entonces busquémosle un oponente. Encontrémosle a alguien que no sea Tito Ortiz.”
‘The Huntington Beach Bad Boy’ explicó que Liddell debería enfrentar a algún rival más cómodo. De entrada pensar en alguien más cercano a su edad y velocidad.
“No le quiero quitar nada a Chuck. Si quiere competir, dejemos que compita. Quizás no en el evento principal, por supuesto. Pero encontremos alguien que pueda ser una pelea de ajuste para él. Porque les aseguro que yo no soy una pelea de ajuste.”