La gran mayoría recordara el penoso incidente provocado por Conor McGregor durante la semana previo a UFC 223 el pasado abril. Uno de los peleadores afectados fue Michael Chiesa, quien fue lastimado por un pedazo de vidrio. En consecuencia, se vio forzado a abandonar su pelea en contra de Anthony Pettis.
Debido a la lesión, Chiesa sostiene que fue privado de su pago por no poder pelear. Michael y su equipo decidieron proceder legalmente en contra del irlandés. Y es muy probable que Michael reciba una gran remuneración de efectivo al finalizar el caso. Chiesa argumenta que él y su familia han recibido toda la ira de los fanáticos de McGregor.
Michael Chiesa fue entrevistado por un portal deportivo de los Estados Unidos donde expresó la situación con los iracundos fanáticos de Conor.
“Voy a ser cuidadoso con esto, obviamente no puedo decir mucho. Pero no ha sido nada bueno. Incluso mi novia y mi mamá han recibido mensajes y comentarios. Ellas no son parte de esto. Mi madre es una mujer sensible, y trato de hacer lo mejor por ella. Y cuando ella me dice las barbaridades que está recibiendo, es realmente lamentable.”
“Todo mundo puede decirme lo que quiera. Esto es acerca de mi persona. Esto no tiene nada que ver con mi familia. Sabes, no ha estado agradable.”
Lo sucedido a la familia de Chiesa, es realmente reprobable. Sin embargo Michael dice que se encuentra reacio a comparar esta reacción de una minoría con el resto de los fanáticos de las MMA.
“Odio escuchar cuando la gente dice: ‘Los fanáticos de las MMA son lo peor’. No quiero decir eso, porque pienso que los fanáticos de las MMA son geniales.”
Michael Chiesa regresa al octágono en UFC 232 el próximo 29 de diciembre. ‘Maverick’ tendrá que lidiar con una leyenda del deporte, Carlos Condit, en una batalla pactada en peso welter.
