Luego de que USADA confirmara que su dopaje positivo se debió a suplementos contaminados, Anderson Silva se dijo aliviado. De igual forma, el brasileño asegura que su legado permanece intacto y ahora tiene prisa por volver al octágono.
Anderson podrá volver al octágono en noviembre y tiene prisa por limpiar su nombre y aumentar su historia.
“Los últimos nueve meses han sido extremadamente difíciles. Sentía que mi carrera y todo por lo que he trabajado tanto se estaba muriendo y mi futuro estaba en el aire. Yo sabía en mi corazón que no había hecho nada malo y cooperé totalmente con USADA durante su investigación para probarlo.”
Durante mucho tiempo hubo una pelea soñada en la mente del mundo de las MMA. Anderson Silva dominaba la división de 185 libras, mientras Georges St-Pierre hacía lo propio en 170. La anhelada súper pelea nunca llegó a darse, pero el brasileño todavía la ve posible.
“Todo es posible en UFC. Es una empresa muy ecléctica, con una visión muy amplia del deporte. Están atravesando un nuevo momento, un momento de entretenimiento, así que cualquier cosa puede pasar.”
Luego de un largo reinado, Anderson perdió la corona de peso medio ante Chris Weidman en 2013. En ese mismo año, St-Pierre anunció su retiro temporal del octágono. Tras casi cuatro años de ausencia, el canadiense volvió a la jaula, pero como peso medio. GSP derrotó a Michael Bisping y se convirtió en el campeón de la división que durante años perteneciera a Silva. Quizás eso abría la puerta a una posible pelea entre ambas leyendas, sin embargo St-Pierre dejó vacante el título por problemas de salud.
“Creo que las decisiones se tienen que tomar en el momento que se tienen que tomar. Me parece que su estrategia fue buena, hizo una buena pelea con Bisping. Ambos son grandes peleadores. Si no peleamos es porque realmente no debía darse esa pelea.”
Ahora las cosas son diferentes, a sus 43 años Anderson Silva sabe que el retiro está muy cerca. Una millonaria pelea ante Georges St-Pierre podría ser el cierre perfecto para su ilustre carrera.