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Daniel Cormier vs. Brock Lesnar: La ridícula farsa… que tiene sentido

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Daniel Cormier no perdió el tiempo luego de hacer historia en UFC 226. Tras el espectacular KO sobre Stipe Miocic, ‘DC’ escuchó un sonido irresistible, una especie de canto de sirenas llamándolo hacia la farsa. Ese sonido fue el de una caja registradora, con la cara de Brock Lesnar.

En un instante pasamos de lo sublime a lo ridículo, de lo épico a la farsa. Cormier acababa de hacer historia y cimentar su legado como uno de los más grandes de todos los tiempos. Había logrado algo que no está al alcance de cualquiera, ser un digno doble campeón.

Sin embargo, la tentación fue demasiada para un hombre de 39 años que ha anunciado su retiro para marzo. Normalmente es un campeón quien recibe los retos de otros, UFC 226 fue diferente. En algo inesperado -y que muchos desearíamos nunca hubiese ocurrido, fue el nuevo campeón quien lanzó un reto. Lo más sorprendente fue que se tratara de Brock Lesnar, un tipo suspendido por dopaje y con una sola pelea en casi 7 años. Pero nadie se resiste al jugoso cheque que viene de la mano de la estrella de la WWE.

Momentos como este nos confirman que hoy en día UFC es más un espectáculo que una liga deportiva. ¿Cómo puede un peleador semi retirado, con una suspensión inconclusa, con récord de cero victorias y un dopaje (desde 2012), merecer una pelea por el título de peso completo?

El mundo de las MMA puede ser tan absurdo como apasionante. Cormier consiguió la victoria más importante de su carrera, y su recompensa será el cheque más cuantioso de su vida. ‘DC’ es un ejemplo de lo que debería ser un peleador de UFC, gran atleta, limpio, elocuente, un modelo a seguir. Cormier se merece la recompensa, Lesnar no. Pero Daniel sabe que ninguna otra pelea le representaría los ingresos que Lesnar puede generar. Al borde del retiro, no lo podemos culpar por querer conseguir un jugoso pago antes de dejar la jaula.

Lo que sucedió en el octágono fue una farsa. Más allá de la rivalidad que Dana quiere inventar, todos sabemos que la única razón para hacer esta pelea es el dinero. Brock siempre ha sido así, disponible para aparecer de vez en cuando, cobrar un cheque millonario y desaparecer. Cormier, por otra parte, siempre ha intentado representar el lado justo del deporte, respetar los rankings.

Pero ante el ocaso de su carrera, abiertamente ha declarado que su prioridad es hacer dinero.

“Ya estoy en un punto en el que veo difícil enfrentar a un Curtis Blaydes o a alguien en 205 libras, quizás si Gustafsson pelea bien en agosto. Pero cuando peleamos, no ganamos dinero. Él tiene muchísimos fanáticos, pero nadie compra los PPV. Entonces, ¿quiero ir a la guerra y ganar mucho menos dinero? Si enfrento a Brock Lesnar me van a pagar bien. Quiero peleas que tengan sentido para mí, así que Alex tendrá que hacer algo muy especial para ganarse la pelea por el título. Pero sí lo hace, pelearé con él y después esperaré a Brock. Entonces pelearé en noviembre y podría volver a pelear en marzo y retirarme.”

A veces perdemos de vista que la carrera de un peleador es fugaz y arriesgan su vida en cada evento. Queremos estructura, que los títulos se ganen por méritos y no por quién vende más. Cormier ha hecho suficiente para merecer un gran día de pago. Aunque haya sido hipócrita retar a Lesnar luego de tantas críticas hacia Jon Jones por sus problemas de dopaje.

La realidad es que Cormier está en la cima de UFC en este momento, y no le queda nada por lograr, más que llenarse los bolsillos antes de retirarse. Podremos estar de acuerdo o no con él, pero las reglas del juego lo permiten, y debemos de admitir que todos veríamos esa farsa pelea.

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