Después de una de las más emocionantes, física y demandante pelea de su carrera, Dustin Poirier tiene sólo una cosa en mente: Oro.
Dustin Poirier no está interesado en revanchas. Ni contra Eddie Alvarez, ni con Conor McGregor, no es algo que sea prioridad para él. Lo que Poirier quiere, y cree haberlo ganado el sábado pasado es, una oportunidad de pelear en contra de Khabib Nurmagomedov por el título de los ligeros en UFC.
“Quiero pelear por el oro. No estoy persiguiendo revanchas contra Conor, o Eddie, no quiero revanchas contra nadie. Ese no es mi objetivo. Mi objetivo no tiene nada que ver con ellos. Mi objetivo es prosperar y ser campeón mundial, y hacer mucho dinero para retirarme y decir ‘lo logré’.”
La cima de la división está un poco desordenada. Nurmagomedov es el campeón, pero luego de vencer al #11. McGregor nunca perdió el cinturón dentro del octágono, pero no ha peleado desde noviembre de 2016. Ferguson fue el campeón interino, pero fue despojado cuando tuvo que retirarse de la pelea por el título en contra de Nurmagomedov.
Entonces, técnicamente hay tres personas en 155 con un argumento para ser monarcas. Y ninguno de ellos se ha enfrentado entre sí hasta ahora. Al mismo tiempo, Ferguson estará fuera por un período de tiempo indeterminado después de someterse a una cirugía de rodilla. Nadie sabe cuándo regresará McGregor, especialmente después del ataque al vehículo de UFC.
En la entrevista en zona de medios, Dustin Poirier habló de lo que lo motiva a perseguir con mucho afán el tan ansiado oro.
“Solo quiero irme a dormir con ese cinturón alrededor de mi cintura una noche y decirle a mi esposa que lo hice. Hace muchos años, como en el 2006 yo no tenía automóvil, y mi esposa me llevaba al pesaje, dormíamos en moteles desvencijados y peleaba al día siguiente. Solo nosotros. Solo quiero poder decir que lo logré.”
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