La extraña historia de Jon Jones acaba de agregar un nuevo capítulo. De acuerdo a información de MMA Fighting, el ex campeón de peso semi completo de UFC se sometió a una prueba de polígrafo, en un intento por demostrar su inocencia respecto al uso de esteroides en 2017.
De acuerdo a fuentes dentro de UFC, ‘Bones’ Jones se sometió a una prueba de polígrafo esperando poder demostrar que dice la verdad al afirmar que nunca consumió Turinabol, ni ningún otro esteroide anabólico o sustancia para mejorar el desempeño, de manera voluntaria de cara a su compromiso ante Daniel Cormier por el título de las 205 libras en UFC 214, celebrado en Anaheim, California.
La prueba fue llevada a cabo el pasado 7 de diciembre por la empresa PGP Polygraph & Interviewing Service de Albuquerque, Nuevo Mexico. Jon Jones acudió de manera voluntaria y según la fuente, pasó la prueba sin problemas. Sin embargo, todo se vuelve meramente anecdótico si consideramos que ni UFC ni USADA le pidieron a Jones someterse a la prueba, ya que no es admisible como evidencia.
Jon Jones permanece suspendido indefinidamente y a la espera de tener la audiencia con la Comisión Atlética del Estado de California, misma que está programada para llevarse a cabo en febrero.
Recordemos que el 22 de agosto fue cuando UFC anunció que Jones había dado positivo en una prueba administrada el 28 de julio, previo a que noqueara a Daniel Cormier. Desde entonces, tanto Jones como su representante han negado reiteradamente las acusaciones que provocaron que la pelea fuera declarada nula e hicieran que Cormier recuperara el cinturón.
Anteriormente, en 2016, Jones dio positivo por dos sustancias prohibidas de cara a UFC 200, por lo tanto fue suspendido por un año. La sanción que está por ser determinada podría llegar a ser hasta de cuatro años, ya que Jon es reincidente.
