Cody ‘No Love’ Garbrandt es el actual campeón de peso gallo del UFC. Sin embargo, tras ganar el cinturón de inmediato se lo cedió al pequeño Maddux Maple, el niño que venció al cáncer y que ayudó a Garbrandt a encaminar su vida y construir su carrera en las MMA.
Se conocieron en el 2011, cuando Cody era un peleador amateur que estaba tomando todas las decisiones incorrectas y desperdiciando su vida. Maddux tenía cinco años y acababa de ser diagnosticado con leucemia. El hermano de Cody, Zach supo sobre Maddux y le dijo a su hermano que debería contactar al niño. Con apenas 19 años de edad, Cody acudió a visitar a los Maple y tras pasar 90 minutos con el niño, su vida había cambiado. Cody estaba desperdiciando su vida voluntariamente mientras el pequeño Maddux se aferraba a la suya antes de que siquiera comenzara realmente.
“Ese niño me ayudó a dar un giro a mi vida en un momento en el que necesitaba cambiar, necesitaba madurar. Él llegó a mi vida en el momento justo. Era una situación terrible pero estábamos listos para convertirla en nuestra historia milagrosa.”
Pasaron dos años y Cody se había vuelto profesional y comenzaba a perfilarse para llegar al UFC. Por su parte, Maddux seguía su tratamiento de quimioterapia, pero estaba empezando a perder la fuerza para seguir. El padre de Maddux le pidió ayuda a Cody y Garbrandt atendió al llamado.
“Cody le mandó un video y platicaron. Le dijo ‘Maddux necesito que cierres fuerte. Estoy aquí partiéndome el trasero y creo que en uno o dos años tendré oportunidad de triunfar. Tienes que prometerme que enfrentarás tu tratamiento, las pastillas y las quimio. Vence al cáncer y te prometo que voy a llegar al UFC, ganaré mi pelea y tú estarás ahí conmigo.’ Y juro por Dios que desde ese día siguió con el tratamiento sin quejarse ni resistirse. Fue como si hubiese tenido un bloqueo mental y Cody le inyectó la motivación que necesitaba para terminar fuerte.”
Cody ganó sus próximas cinco peleas profesionales y se mudó a Sacramento para entrenar con el equipo Alpha Male. Ahí, un día conoció a Sean Shelby, uno de los matchmakers de UFC y logró conseguir un contrato.
El 25 de agosto de 2014 y ya con ocho años, Maddux tomaba su última pastilla, el niño había ganado su batalla contra el cáncer. Es por eso que no había forma de que Garbrandt perdiera en su debut en UFC 182 el 3 de enero de 2015. La familia Maddux estuvo presente para ver a Cody cumplir su parte del trato. El momento fue único para ambos personajes.
“Verlo tan emocionado, ondeando la bandera y llorando… ver eso fue mejor que cualquier otro sentimiento que tuviera. Nunca había sentido algo igual. Ganar fue increíble, pero después de ver eso, te pone todo en perspectiva. Él había derramado muchas lágrimas de dolor durante tres años, poder ver esas lágrimas de alegría me emocionó mucho.”
Si para Cody había sido una sensación difícil de describir, el pequeño Maddux pintaría un panorama un poco más claro en sus declaraciones:
“Fue el mejor día de mi vida. Fue incluso mejor que Disneylandia.”
Avancemos el reloj hasta diciembre del 2016. Casi dos años después de su debut en UFC, Cody peleó por el cinturón y dio la pelea de su vida. Lo primero que hizo con el cinturón fue ponérselo a Maddux.
El agente de Cody compartió en Instagram una conversación que sostuvo con Cody días antes de la pelea. Su agente le ofreció conseguir una réplica para darle a Maddux, pero Cody quiso que le dieran el real al niño.
“Voy a pedirle al UFC que tengan una réplica para que cuando ganes se lo des al niño, ¿o quieres darle el real? Él no sabría la diferencia.”
“Le doy el real, yo estaré bien con una réplica de plástico.”
En el 2011 nadie hubiera pensado que la historia terminaría de esta manera. Es algo que parece sacado del guión de una película. Ambos hombres compartirán por siempre el recuerdo de sus batallas y las más grandes victorias de sus vidas.
Pero más importante aún, su historia le dará fuerza a miles, quizás millones de personas que han estado a punto de rendirse. Podrá no caerles bien Cody Garbrandt el peleador, pero sin lugar a dudas tienen que respetar a Cody Garbrandt el hombre.