Conor McGregor se prepara para enfrentar a Khabib Nurmagomedov el sábado 6 de octubre. Teniendo el futuro asegurado y sin necesidad de volver al octágono, McGregor fue cuestionado sobre su motivación.
Conor siempre se ha caracterizado por pensar en el futuro y tener una visión clara. Nada ha cambiado esta vez, pero asegura no haber regresado por dinero, sino por amor al deporte.
“Tengo un gran trato esta vez. Estoy muy contento. Estaba aquí por el dinero, ahora ya no lo necesito. No mentiré, estoy aquí por el dinero, pero en una gran posición. Estoy aquí porque amo competir. Siempre es un poco personal. Esta vez es un poco más personal que otras. He estado en todos los deportes de combate, en todas las divisiones casi, voy a entrar a la jaula a demolerlo.”
Ariel Helwani le preguntó sobre todos los incidentes que ha vivido fuera del octágono durante los últimos dos años. McGregor no quiso entrar en detalles pero se limitó a decir que nadie tiene derecho a juzgarlo por su comportamiento.
“Solo Dios puede juzgarme. Han pasado muchas cosas, con este tipo de riqueza cambian muchas cosas. La gente a tu alrededor cambia, tú cambias. No soy un ángel, solo soy un joven en una posición increíble y solo estoy viviendo mi vida de la mejor manera. No me arrepiento de nada.”
Un tema particularmente relevante se basa en el origen de la rivalidad entre Conor y Khabib. A pregunta expresa si había sido por lo ocurrido con Artem en Brooklyn, McGregor reiteró la valía de Lobov en su vida. Y además aseguró que seguirá habiendo cuentas pendientes a futuro.
“Mucha gente se acerca a mí, y no pueden durar a mí alrededor. Si no fuera por Artem, yo no estaría en donde estoy. Sin él no hubiera podido acercarme al nivel que estoy hoy. Artem estaba en fenomenal forma, había entrenado muy duro para esa pelea. Que se jodan todos, y esto nunca se va a acabar. Todos tienen que cuidar por donde van, donde duermen, por donde caminan.”
Mucho se ha hablado de que parte del éxito de Conor depende de hacer enojar a sus oponentes durante las conferencias. En esta ocasión, Khabib se ha mostrado particularmente inmutable por las palabras de McGregor, pero el irlandés no se preocupa.
“La pelea está sobre nosotros. A medida que la pelea se acerca yo me pongo más frío. No me importa sacudirlo con palabras, me interesa sacudirlo en la jaula con mis puños. Le voy a sacudir el cerebro el 6 de octubre. Soy un veterano, tengo experiencia. Más le vale que él no se sienta cansado. Los hombres se debilitan cuando los golpeo.
McGregor habló un poco sobre su futuro y los posibles próximos oponentes.
“Estoy considerando algunas opciones. Hay muchas cosas en el horizonte. Los oponentes en la co estelar. O si Floyd tiene las bolas para entrar a la jaula. Si no, me gustaría volver a boxear con Floyd. Pero si no es por un cinturón de MMA o por un cinturón de boxeo, no me interesa. Nada de reglas modificadas.”
Al preguntarle sobre una posible pelea con Georges St-Pierre, Conor no se mostró muy emocionado. Sin embargo tampoco quiso cerrarle la puerta, y de hecho abrió otras posibilidades.
“No creo que sea la siguiente. Preferiría pelear por el cinturón de las 170 libras, pero no le voy a cerrar la puerta a esa posibilidad. ¿Qué tal Anderson Silva? Esa sería una gran pelea, y no creo que le cayeran mal algunos dólares. Nate Diaz siempre tendrá una revancha de mí. Cuándo y dónde, no lo sé. Pero él me dio una revancha y yo le daré la suya. Completaremos esa trilogía, de eso pueden estar seguros.”
Finalmente, respecto a una predicción para el sábado, McGregor fue contundente:
“Devastador KO, pero espero que no sea muy pronto. Creo que no tiene ni el mentón de Diaz ni la compostura de Mayweather. Tiene una quijada de cristal, simplemente no ha sido tocada por un francotirador como yo.”
