Marlon Vera cover

Marlon ‘Chito’ Vera estaba en la preparatoria cuando decidió que quería ser peleador profesional. Su historia es similar a la de varios peleadores, cuando era pequeño le gustaba buscar pelea. Un día, un amigo le enseñó una cinta de PRIDE y despertó su curiosidad. Una simple búsqueda en Internet lo llevó a descubrir la extinta WEC, UFC y a toda esa gente a la que le pagaban por hacer algo que él hacía gratis.

En una entrevista para MMAjunkie, Marlon explica el comienzo de su camino en las MMA.

“En ese momento fue como ‘bueno, esto es una profesión. Si realmente me gusta pelear, ¿por qué no entreno?”

Empezó con jiu jitsu, después striking, luego lucha. Cuando llegó el momento de decidir sobre su futuro, Marlon simplemente lo supo.

“Pelear siempre fue lo primero para mí. No sé porqué, nadie en mi familia es peleador. Nadie en mi familia entrena. Pero no sé, yo nací con eso. Probablemente Dios me puso en este mundo para esto -para ser campeón del mundo algún día.”

Tras debutar mientras aún estaba en la preparatoria, ‘Chito’ tenía claro que su educación no necesitaba ser en un salón de clases. Por lo tanto, eligió pelear en vez de ir a la universidad. Lógicamente su familia tenía sus reservas sobre la decisión. Después de todo, ser peleador no parecía la mejor idea para alguien que constantemente se metía en problemas. Por si fuera poco, las MMA eran prácticamente desconocidas en un país dominado por el fútbol como lo es Ecuador.

Pero los resultados hablaron por sí solos. Con ellos llegaron las entrevistas, la atención, y el reconocimiento internacional. Ahora, a unas horas de hacer su sexta aparición en el octágono más popular del mundo, ya no es solo su familia quien lo apoya.

“Cada vez que peleo el país enloquece. Ponen enormes televisores en las calles, mi familia hace fiestas. Cuando voy a Ecuador la gente me saluda y me dice que está orgullosa de mí.”

Marlon ya ha logrado una de sus principales metas: enorgullecer a su papá. Sin embargo hay otra meta que lamenta no haber alcanzado a lograr.

“Quisiera que mi abuelo estuviera sano para ver mis peleas. Él era un tipo rudo antes, le gustaban las peleas de gallos. Estoy seguro que si su cerebro estuviera bien hoy en día, se la pasaría gritándole al televisor. Es de las cosas que lamento porque estoy seguro que se suponía que el fuera mi más grande aficionado. Él ya no puede hacer mucho, pero está bien. Al menos mi papá puede disfrutarlo.”

 

Nate Diaz